“Para mi eh…! Para mi.”

¿Quién puede desdeñar ganar en el tercer minuto de descuento?
Es de lo más emocionante que tiene el fútbol

Bienvenidos los tres garbanzos.

Pero me sabe sano abstenerme de consignas vacías, apologías de la fealdad y trampas al solitario.

Estudiantes juega a nada y horrible: la tormenta perfecta.

Ojo, en el plantel hay lo que hay. Saldos y retazos.

(Clac clac clac clac, aplausos para Mauro Díaz. Para eso está: jugadas… Jugadas que a veces te hacen ganar un partido. No le pidan otra cosa. Tiene talento y chispazos potreriles, que no es poco, pero sí insuficiente para ponerse el team al hombro. Ese rol está vacante).

Jugando así, ganás una vez de diez. Se ve que hoy fue un día de tómbola albirroja.

Una curiosidad al paso: víctimas de la asfixia que conlleva ajustar demasiado la bandera del “ismo”, hay hinchas de Estudiantes que ven jugar al equipo mejor de lo que lo ve el propio Ruso Zielinski

Casos y cosas del maravilloso fóbal.

Autor: Walter Vargas

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