Ubicada a unos 50 kilómetros de La Plata, hacia el sur, Magdalena es una ciudad que aportó una considerable cuota de jugadores a la primera de Estudiantes en los últimos años. Guido Carrillo, Francisco Apaolaza, Franco Zapiola, Emiliano Ozuna y el protagonista de nuestra historia de hoy: Matías Pellegrini.
“Lo único que quería era jugar al fútbol. Me encantaba ir a entrenar y jugar los sábados, que me quedaba todo el día en el club viendo jugar a los otros equipos. Era una época de inocencia, de disfrutar ser chicos”, recuerda Mati acerca de esos tiempos de la niñez en su pueblo.
“Mi familia es muy grande y muy unida. Vivimos todos en la misma cuadra y estamos todos los días juntos. Mis primos, tíos, mi hermano, todos juegan al futbol en el CRIM”.
El Centro Recreativo Integral de Magdalena, conocido como CRIM, fue el club que lo formó y en el que arrancó a los tres años. Como no había categoría para los chicos de su edad, estuvo dos años jugando con chicos más grandes.
“Teníamos una buena categoría y nos veían jugar en los partidos contra Estudiantes. Pidieron que algunos vengamos al club, aunque como estaba en la escuela primaria, al principio no pude venir porque no me daban los horarios. Una vez que entré al secundario ya empecé a entrenar en Estudiantes. Llegué en el fútbol infantil y mi primer entrenador fue Mauro Amato”.
Mientras Matías recorría su camino en el club, empezó a ir a la cancha. A veces como hincha, otras como alcanzapelotas o vendiendo rifas en la tribuna para las inferiores, comenzó a soñar con llegar a la Primera.
En esos tiempos, comenzaba a observar y aprender de aquellos jugadores que consideraba referentes. “Miraba mucho a la Gata (Fernández) y también a Guido Carrillo que no jugaba en mi puesto pero al ser de Magdalena, lo miraba mucho. También me gustaba como jugaba el Tucu Correa”.
LA LLEGADA A PRIMERA
Matías jugaba en Reserva y estaba en Bolivia con la selección nacional Sub-20 cuando el “Chino” Benítez asumió como DT de la Primera. “Me puso contento por él y porque sabía que me iba a estar mirando. Él que me conocía, pero nunca me imaginé que me iba a llamar a la pretemporada. Estaba de vacaciones cuando me llamó el profe y me dijo que tenía que arrancar la pretemporada con primera. Tenía 18 años recién cumplidos, no lo podía creer, lo llamé a mi viejo llorando y le conté”.
En esa primera experiencia con la Primera compartió habitación en City Bell con Mariano Pavone y Pablo Lugüercio, mientras que en los entrenamientos disfrutaba de estar junto a Gastó Fernández, Mariano Andújar, Rodrigo Braña y Leandro Desábato. “Era un grupo espectacular, viví cosas hermosas en esa pretemporada”.
Esa etapa de trabajo previo al campeonato terminaría con una alegría, ya que Matías debutó en la Primera, en un partido por la Copa Argentina frente a Central Córdoba de Rosario. Fue un 24 de julio de 2018 y el equipo ganó 4-0. “Fue algo increíble. Desde Magdalena fueron más de 50 personas a verme. Fue algo único que no me lo voy a olvidar más”.
Dar los primeros pasos en el plantel profesional con jugadores de mucha trayectoria, dejó una marca en Pellegrini. “Tuve una relación especial con los más grandes de ese momento. Me ayudaron mucho y siempre lo agradezco”. Los consejos que llegaban desde los más experimentados eran muchos. “Me ayudaron a no cambiar, a tener los pies en la tierra”.
LA VUELTA A LA PLATA
su juventud y talento lo llevaron en 2019 a emigrar a l fútbol de la Major League Soccer en Estados Unidos. Allí pasó poco más de una temporada y en 2020, tras unos meses sin jugar en el Inter de Miami, el destino le puso una prueba a Matías y había que tomar una decisión. “Había posibilidades de quedarme Estados Unidos, de ir a México o de venir a otros equipo de Argentina, pero le dije a mi representante que lo mejor para mí era volver a Estudiantes donde podía volver a sentirme bien e importante. Con 21 años tenía mucho que demostrar y necesitaba jugar. Desde un principio estuve convencido que tenía que volver acá”.
“Fue una muy buena decisión volver, porque volví a sentirme como antes, feliz, contento con la gente que me acompaña y me quiere”.
En la sexta fecha, cuando el equipo del Ruso Zielinski derrotó 1-0 a Boca, Matías volvió a ponerse la camiseta roja y blanca y, finalmente, pudo jugar en UNO. “Me tocó debutar primero sin gente, después tuvimos la suerte que vuelva el público y fue una locura hermosa. A veces estoy en el partido, miro la hinchada y se me pone la piel de gallina. Disfruté mucho jugar en nuestro estadio y espero seguir haciéndolo”.
En total estuvo presente en 18 partidos, 13 como titular y 5 ingresando desde el banco. Desde que jugó frente al xeneize, siempre dijo presente, a excepción del último encuentro ante Aldosivi. En el Jorge Luis Hirschi, además, marcó goles ante San Lorenzo y Argentinos.
El 2021 se cerró con el objetivo cumplido para Mati y todo el plantel. “Cuando llegué me dijeron que había que entrar a una copa y por surte lo pudimos cumplir. Hay un gran grupo de jugadores, un gran cuerpo técnico, los dirigentes acompañan y la gente está muy contenta. Todo está encaminado para que las cosas sigan bien”.
FUENTE: https://www.estudiantesdelaplata.com/fue-una-muy-buena-decision-volver/