Aquel domingo 28 de agosto del 2005, frío y soleado, sólo perturbado por algunas nubes que
llegaban y se iban cada tanto, nadie, de toda la multitud de pinchas que llegaban a la cancha para
presenciar un nuevo clásico, se imaginó que estaban por asistir al cierre de nuestra casa, el viejo
estadio de 1 y 55, JORGE HIRSCHI.
Absolutamente ninguno pensó que llegaban a la última función en esa cancha , un hecho
histórico. Fue un “hasta pronto” de jugar en aquel sitio sede de tantas emociones para muchas
generaciones de pincharratas que por ahí pasaron desde la inauguración, en la Navidad de 1907.
Un tablón de la cabecera de 55, que se quebró, ante la avalancha generada por el gol de JOSÈ LUIS
CALDERÒN, provocó lesiones a una mujer. La Municipalidad, primero lo clausuró provisoriamente
y días después, de forma definitiva.
Quedaban atrás un sin número de recuerdos de cada hincha. Muchísimas alegrías deportivas y
porque no, algunas broncas y decepciones. El cierre dejaba en la historia miles de abrazos de gol
con el hermano albirrojo que se tenía al lado ocasionalmente.
También se guardaban 2 vueltas olímpicas que en ese suelo se dieron. La más importante, en
1969, bicampeones de América contra Nacional de Montevideo, La otra, en 1954, cuando se gana
el torneo de primera B y ascendimos a primera.
Se iniciaba así, el continuo peregrinar de nuestro primer equipo por distintas canchas, buscando
localía. Pero tan intenso como ese peregrinar, fue el de los hinchas que con marchas y
pronunciamientos, clamaban ante todo tipo de organismo oficial , volver a esa sagrada tierra de 1
y 57.
Seguramente, cuando en el invierno de 2007 se inició la demolición de aquella que había sido la
casa del LEÒN por 98 años, el corazón de la cofradía pincharrata sufrió otra dura esticada. Pero
tan profundo como ese dolor, y paralelamente, se gestó una inmensa esperanza y un para nada
utópico sueño de retornar pronto, con otras formas edilicias, pero con las mismas raíces de gloria
y mística que yacen en ese lugar de La Plata..
EL PARTIDO:
De ese clásico jugado aquel 28 de agosto, quedaron como saldos favorables , dos aspectos
deportivos a resaltar. El primero radica en que ganar al rival de la ciudad, siempre es motivo de
felicidad. El segundo marca que a ese partido, ambos contendientes, llegaban con el historial
igualado en triunfos. Ninguna de las hinchadas podía cantarle a la otra …”¡¡¡ hijos
nuestros!!!…Pero la victoria estudiantil desequilibró la balanza y pasábamos a estar arriba ,
paternidad extendida hasta nuestros días.
La formación que disputó aquel match , por última vez en el viejo HIRSCHI, fue la siguiente:
HERRERA; ANGELERI, ORTIZ, ALAYES. ARANO; BRAÑA (74´ARAUJO), BASTÌA, CARDOZO Y
CARRUSCA ( 73J. SOSA); CALDERÒN (79
CHATRUC) Y PAVONE. DT: JORGE BURRUCHAGA.
Con motivo de cumplirse un nuevo aniversario de aquel suceso, EL TÙNEL DEL TIEMPO quiso
llevarlos a UDS, amigos pincharratas, a recordar el motivo desencadenante de una ardua lucha
que cada pincha ayudó a librar, con mucho esfuerzo, y que nos llevó a disfrutar hoy, en el mismo
lugar geográfico, de un estadio moderno, hermoso, admirado por propios y ajenos.
Parafraseando al tango, “primero hay que saber sufrir para después amar y gozar con el triunfo de
aquella lucha de volver a UNO.
Hasta la próxima.
Victor Faga