Los Pinchas sabemos muy bien, que la historia de nuestro club es tan inmensa como prestigiosa.
Y cuando refiero a esa historia, lo hago arrancando desde el mismo momento de su fundación.
Desde ahí fue que se sucedieron un sin número de hechos especiales, que se enhebraron como
férreos eslabones de una larga cadena de logros y éxitos que a la cofradía albirroja nos hace inflar
el pecho de tanto orgullo.
Aquel grupo de muchachos fundadores no dudaron en hacer un esfuerzo supremo para crear un
club “distinto”. Así, inspirados en ese anhelo, a muy poco tiempo de tener vida como institución,
obtuvieron las tierras que reemplazarían a la primer cancha prestada, y en las que establecerían
para siempre nuestra sublime casa deportiva: 1 y 57.
Poco después, el ascenso a la primera división en la etapa amateur, y ya en la máxima categoría,
consagrarse campeones en 1913. Aquellos jóvenes eran un poco de todo. Dirigentes importantes,
socios que trabajaban por el club, y jugadores que defendían con todo honor la roja y blanca.
Sobre el fin de la etapa no rentada, se juntaron 5 estrellas y empezaron a darle forma a una de las
mejores delanteras del fútbol nacional: LOS PROFESORES. Se llenaban las canchas para verlos y
deleitarse, acudiendo hinchas propios y ajenos. Superaron los 100 goles en dos torneos sucesivos:
1930 (último del amateurismo) y 1931 (primero del profesionalismo). Fueron enormes exponentes
del deporte que practicaban.
En años siguientes, aparecieron otros grandes equipos estudiantiles, de la mano de figuras
inmensas como OGANDO, PELLEGRINA, GARCERÓN, INFANTE, ANTONIO, URRIOLABEITIA,
LAFERRARA y podríamos seguir enumerando a muchos más.
Hasta llegar a inicios de los años sesenta. Como en todo recorrido histórico se encuentran
momentos de brillo y otros de angustia y dolor. ESTUDIANTES ya había descendido (mejor dicho lo
habían descendido) en 1953, y en los primeros años de la década del sesenta, se corría un riesgo
similar.
Quien era presidente en ese momento, MARIANO MANGANO, decide que el PINCHA no pase más
zozobras en cada torneo. Como primera medida contrató a un formador de juveniles. MIGUEL
IGNOMIRIELLO, para que la reforma llegue desde abajo. Acertadísima decisión.
A la vez, éste, MIGUEL, tras dos años de trabajo intenso, iniciado en 1963, recomendó a OSVALDO
ZUBELDÍA para que se incorpore como director técnico de la primera división. Y así fue como
comenzó a construirse el ESTUDIANTES místico, glorioso, campeón de todo.
Alguna vez me contó DON MIGUEL UBALDO IGNOMIRIELLO algo tan lógico como fácil de entender
para que el éxito corone un proyecto: se debe trabajar en equipo, me dijo el Maestro. “Fíjese,
cuando yo llegué al club, MANGANO era presidente, y sin embargo se corría riesgo de descenso en
cada año. KISTENMACHER era el preparador físico de reserva y primera. Llegué yo y empecé a
trabajar en inferiores, comenzando pronto a tener buenos resultados. En 1965 vino OSVALDO para
trabajar en primera…Estábamos todos los nombres que después llevaríamos a la máxima
conquista a ESTUDIANTES. Pero todo se conquistó cuando nos pusimos a trabajar en equipo, por el
bien del PINCHA”. Sabias palabras.
Esa labor mancomunada, tuvo una excelente actuación en el torneo metropolitano de 1967, pero
había que coronarlo haciendo más grande a la vida del LEÓN. Y para eso llegó el día que, como
dice el título de este viaje por EL TÚNEL DEL TIEMPO, cambió la historia rotundamente.
3 de agosto de 1967 (hace hoy 55 años). Semifinal del metropolitano. Para la época, un inesperado
cruce: Platense vs ESTUDIANTES. La Bombonera repleta y una historia mil veces contada y
escuchada por los hinchas albirrojos. ESTUDIANTES se pone 1 a 0, pero empata el calamar. Se va
lesionado Barale y el PINCHA queda con 10 jugadores (no se podían cambiar futbolistas en esa
época). Enseguida Platense pasa a ganar 2 a 1. Fin del primer tiempo.
De movida nomás, en el segundo tiempo, tercer gol calamar, y casi un cuarto, que salva
milagrosamente PACHAMÉ. Y de contra, el perdedor achica, empata y pasa a ganar 4 a 3 en 9
minutos solamente. Siii!!! Pese a que es historia remanida, emociona y conmueve cada vez que se
la escucha, se la lee o se la piensa. Única, apoteótica. Bien PINCHA…Muy PINCHA.
Y fue la noche que cambió la vida albirroja, porque tras ella, jugamos y ganamos la final del torneo
frente a Racing, pasando a ser grande de golpe. Después gran campaña en el certamen Nacional,
clasificación a Libertadores, se sale campeón continental y tras semejante halago, campeón del
mundo. Y más títulos continentales y la admiración de muchos para este equipo singular. Por todo
eso, amigo albirrojo, digo que esa noche fue fundamental en la historia del club. ¿Cabe alguna
duda?
También afirmo que cambió la historia del fútbol argentino, porque por aquel equipo célebre,
obra de ZUBELDÍA y compañía, hubo y hay un BILARDO, MADERO Y PACHAMÉ que condujeron a la
selección nacional a ser campeones y subcampeones del mundo en los mundiales 1986 y 90. Y
porque la semilla plantada generó que de BILARDO salga un brote llamado SABELLA, quien
también llevó a la selección en el mundial de Brasil 2014. Las mejores figuraciones en los
mundiales de los últimos 40 años fueron manejadas por gente que, seguramente, sin la noche del
3 de agosto de 1967, no hubieran ocupado un lugar en el firmamento que sólo se reserva para los
que alcanzan la gloria con honor. Está de acuerdo?
Hasta la próxima.
Victor Faga