Un título para describir a Estudiantes de La Plata.
Bueno, por lo menos ese título le cabe a cierta parte del periodismo. Es que un buen sector de los que hacen el escrito, radial o televisivo, les cuesta ver a Estudiantes en tres competencias simultáneas con buen suceso por lo menos en dos de ellas.
Estudiantes puntero y el más golpeador molesta. “Es otra cultura”.
Lo tonto es que tal vez piensen que eso es un insulto, pero muy por el contrario, a nosotros los Pinchas, nos enorgullece.
En verdad poco importa lo que piensen aquellos que siempre nos denostaron, por la sencilla razón de habernos atrevido a pensar que podíamos hacerle frente a los poderosos y encima destronarlos.
Hace cincuenta años era muy sencillo opacar, censurar y tildar. La magnitud de transferencia de esa idea errónea de lo que significaba Estudiantes, era fácilmente manejable. Un jujeño o un fueguino podían perfectamente ignorar nuestra existencia. Hoy no. Es más dificil tapar el sol con las manos. Un teléfono móvil, extensión de la mano del hombre moderno si las hay, te pone en tema hasta sin querer. Entonces, ¿cómo ocultar la realidad? ¿Cómo obviar que Estudiantes lidera uno de los grupos de la Copa Libertadores con diferencia de +5 en goles? Y bueno, no te hago tapa!, pero… ya no es suficiente. Y es bueno que así sea.
Yo respeto que piensen que prefieren perder a jugar así, pero… yo prefiero jugar así hoy y cuando fuera necesario.
¿Qué es jugar así? ¿Qué es jugar a otra cosa? No sé! Yo no soy quién para juzgar o dictaminar ese criterio. Solo para dar mi opinión, y es que Estudiantes, juega a hacer goles y que no le hagan, a llevar al límite sus virtudes y esconder lo mejor posible sus defectos. A jugar con todas las reglas del juego sin vergüenza de admitirlo. ¿Acaso jugamos con el reglamento del Rugby? ¿O del básquet? No. Jugamos al fútbol, donde de los tres resultados posibles, priorizados dos. Los que suman. Ahora bien, esto que mencione más arriba, cómo lo hace Estudiantes? Bien! Entonces por lógica deductiva, Estudiantes juega bien. Les podrá gustar más o menos a algunos, pero, te guste o no, juega bien. Hace lo que puede, quiere y debe, bien. Por lo menos para mi que soy un socio, un hincha y un observador de fútbol, no analista, no me caben dudas. Jugamos bien.
De eso se trata el fútbol, que es un deporte de competencia y no de exhibición. Alguien recordará a los Harlen Glover Troter. Era fantástico verlos, de hecho lo hice en el Luna Park, pero cuando se enfrentaban a un equipo de la NBA, perdían dos de tres. Porque jugaban a “otra cosa”. Y cuando hoy escucho eso, me digo y me pregunto: “¿No se refieren a nosotros? ¿No le estarán hablando al espejo de las vanidades?.
En fin, vieron que usé mucho el pero… bueno, en las oraciones el pero siempre anula lo anterior y por eso jugué con el título de esta nota. Es…pero me sepan entender.
Mientras tanto, me vo silbando bajito al son del: Boronbonbon, boronbonbon, es el equipo del ……. !
Fernando Contini
Le cuesta reconocer al periodismo capitalino, que la batalla futbolistica la ganó Osvaldo Zubeldía, Carlos Salvador Bilardo y la escuela pincharrata. Hace un tiempo vimos como técnicos líricos como Guardiola, jugaban casi colgado del arco para clasificar a la siguiente fase defendiendo el punto de diferencia que le llevaba al Atlétic del Cholo sin ningún prurito, porque lo que importa es ganar. Lo mismo con Mourinho y otros técnicos reconocidos que para clasificar o consagrarse campeón no le importa jugar lindo o como sea.