Por Daniel “Profe” Córdoba
Tigre llegó al estadio Jorge Luis Hirschi presentando buena posición en tabla. Con Diego Martínez como entrenador, el Matador ascendió a Primera y le impregna a su equipo un estilo bien definido de buen juego.
Hablan desde Victoria de un proyecto largo. Sin embargo, jugando como el primer tiempo no creo. Fue pobre en jugadores e intensidad. Debió perder el tiempo inicial por 2 o 3 goles. Presentó un híbrido 4-3-3 empernado en salir jugando con sus centrales imitando a los que lo hacen por tener grandes jugadores, muy caros, y, que así y todo, igual arriesgan y pierden. Gran error.
Estudiantes de La Plata, a sabiendas de esto, lo fue a presionar bien arriba. Eso lo hizo del minuto 1 al 25. Descansó un poco y volvió a hacerlo del 35 al 45. El Matador pudo arrimar y tener bola 10 minutos. Por lo expuesto los platenses merecieron más. Dos goles arriba al menos.
Su típico 4-4-1-1 que no debe abandonar nunca sin Muñoz le rindió ante rival muy débil y equivocado. Fue todo distinto en el segundo tiempo. El Pincha no arrancó hasta la media hora de juego. Tigre lo sintió cansado a Estudiantes y le ganó espacios y pelota. Los de Martínez debieron lograr 1 o 2 goles.
Luego, Estudiantes sintió el traqueteo copero y de la Liga. Aceleró llegando a los 30 minutos y se puso uno arriba con un Zapiola que remató perfecto, pese a que se desvió. Tigre erró mucho y lo pagó. Sintió el impacto.
A partir de allí cambió todo. Tigre fue y Estudiantes de contra podía golpear. Y así fue. Una muy buena contra y gol de Boselli. El VAR lo convalidó. Era empate, un tiempo pera cada uno hasta el primer gol. El Matador lo buscó sobre el final y consiguió el descuento como premio consuelo.
FUENTE: https://diariohoy.net/el-clasico/el-analisis-del-profesor-196682