Heroico empate del Taladro

“Demostramos una vez más que los pibes podemos”. Ramiro Enrique es la voz cantante del milagro de Banfield. De una exhibición de testosterona y fundamentalmente ángel. El Taladro, de un tiempo a esta parte, tiene eso, un aura especial que acompaña el convencimiento por sus propios pichones, a los que el brote de contagios de Covid en el plantel los obligó a salir a volar de apuro. Pero los del Archu Sanguinetti pusieron la cara y mucho más para arrebatarle un empate a Estudiantes.

Ramiro Enrique es el hijo del Negro Héctor, campeón del mundo en 1986, y uno de los hasta hace algunas horas anónimos héroes de los del Sur. Él y otro gurrumín, el debutante Matías González, fueron fundamentales para que el local ridiculizara a un Pincha que creía haber hecho los deberes y tener los tres puntos en el bolsillo. La insólita relajación de los platenses los llevó a un papelón y tomando de su medicina: dos pelotas paradas en un par de minutos se convirtieron en dos goles calcados para el milagroso Banfield, que no se rindió ante un panorama sumamente adverso.

Porque era evidente la inferioridad de condiciones con la que el Taladro debió afrontar el encuentro contra el Pincha. Sin Giuliano Galoppo, Martín Payero, Luciano Pons, entre otros, por el virus que embistió al plantel, Sanguinetti debió rearmar su equipo y hasta modificó la táctica. Pero la diferencia de jerarquía se hizo tangible rápido: en una ráfaga, la visita se puso 2-0 gracias a un golazo de Francisco Apaolaza y otro de Agustín Rogel.

Sin embargo, Estudiantes se durmió una siesta imperdonable, confiado en la ventaja en el resultado y en la fragilidad de un rival diezmado. Y las apariencias lo engañaron. Tras un segundo tiempo monótono, Banfield lo despertó con el testazo de Luciano Lollo y, mientras estaba groggy, le clavó el segundo con la aparición de Enrique.

De hecho, la vergüenza del León pudo haber sido peor si Diego Abalveía el penalazo que sobre la hora le cometieron a Urzi. La injusticia arbitral, igual, no evitó el desahogo y festejo del Taladro, que sacó pecho y mantuvo a raya a los platenses en la lucha por clasificar a la próxima fase de la Copa de la Liga. Heroico.

FUENTE: https://www.ole.com.ar/futbol-primera/banfield-estudiantes-copa-liga_0_Ru7zUCZVG.html

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