El primer semestre de 1983 nos tenía preparados varios motivos para inflar el pecho de felicidad y orgullo. El 14 de febrero, nos consagrábamos campeones del Metropolitano 1982 (Torneo Soberanía Nacional), rubricando, con creces, que esa máquina de perfección táctica y belleza futbolística, que fue el ESTUDIANTES de Bilardo, era cosa seria.
Pegadito a esa consagración, y con nuevo DT ( otro prócer, Eduardo Manera) comenzó el Torneo Nacional. El Pincha sorteó cada etapa sin problemas y a ritmo arrollador, y en el inicio de junio se encontraba jugando otra final, en partido ida y vuelta, contra el archirrival del momento, Independiente.
El sábado 4 de junio de hace 38 años, empezaba esa serie infernal de 4 partidos en 9 días, 3 de los cuales eran a matar o morir, porque definían cosas de relevancia. El citado día 4, en 1 y 57 y por el partido de ida de la final del Nacional, en una clase de fútbol ESTUDIANTES vencía al rojo de Avellaneda 2 a 0 con goles de Gottardi (que esa noche se despidió del pincha para ir a Colombia) y Trama.
El miércoles 8, el León tenía que ver si clasificaba o no en el grupo de copa Libertadores frente al otro candidato, el Ferro de Griguol. Con varios chicos de reserva y algunos titulares fue a Caballito y en forma heroica ganó 2 a 1. El Chango Gurrieri anotó ambos tantos y depositó al Pincha en semifinales del más importante torneo de Sudamérica.
Solo 48 horas después del triunfo ante Ferro, y nuevamente con todos los titulares, llegó la consagratoria noche de la revancha en Avellaneda por el Nacional 83. Ese 10 de junio y pese a perder 2 a 1, ESTUDIANTES SE CONSAGRABA CAMPÈON DEL CERTÀMEN Y, POR PRIMERA VEZ EN SU HISTORIA, BICAMPEÒN ARGENTINO. El tanto señalado por Trama en la cancha de Independiente sirvió para que, por diferencia de gol, a tan sólo 4 meses de la noche de Córdoba, nuestro querido equipo albirrojo diera una nueva vuelta olímpica.
Los hinchas estábamos reviviendo viejas jornadas de tanta y tanta gloria. Todo era felicidad en ESTUDIANTES…Encima, Carlos Bilardo y su cuerpo técnico pincha, se hacían cargo de la Selección Nacional. El fútbol argentino estaba dominado, impregnado y robustecido por la sin igual escuela albirroja.
Si algo faltaba, el domingo 12 de junio, dio inicio el torneo Metropolitano 1983, y un equipo con mezcla de titulares y suplentes, vencen a Vélez 2 a 1, con goles de Agüero y Custodio Mendes.
Ese equipo estaba llamado a grandes cosas. Lo ideó Bilardo y lo perfeccionó Manera. En agosto, y luego de un robo descomunal, casi que nos sacaron de la Libertadores, en aquella noche en que se produjo una de las gestas más recordadas de nuestra vida pincha. Refiero al 3 a 3 con 4 hombres menos contra Gremio, que más allá de lo heroico del desarrollo, le quitó un punto al León y lo condicionó a ir a jugar a Colombia, contra el América, con un plantel aniquilado por un árbitro de dudoso proceder.
Igualmente, esos nueve días de junio que recorrimos fueron inolvidables y nos dejaron una de las 14 estrellas que podemos mostrar en nuestro palmarés.
Hasta la próxima.
Victor Faga